Como dije en otras ocasiones creo que las rúbricas de más de
4 o 5 puntos a evaluar, marean y desinforman más que lo que aclaran. Creo que
las rúbricas que más éxito tienen tanto para los alumnos como para los
docentes, son las que tienen pocos ítem y bien claros. Porque si no siempre se
presentan confusiones. Muchas veces las diferencias entre ítems o calificación
de os mismo son muy sutiles y esto presta a confusión.
Cito una aparte del texto de Anijovich R, Malbergier M; Una introducción a la enseñanza de la
diversidad. “La evaluación provee la retroalimentación al alumno acerca de
los procesos que experimenta y de los productos que realiza durante el aprendizaje
y al docente sobre la enseñanza que ha impartido” Es en este sentido que
considero útil el uso de las rúbricas como método de evaluación pero siempre
que sea continua y que se pueda volver a la rúbrica tantas veces sea necesario
durante el transcurso del curso.
Con respecto a las características de la evaluación
alternativa que presenta el mismo texto adhiero a todas, en especial con la que
se refiere a que: Enfatiza las fortalezas de los estudiantes en lugar de sus debilidades.
Y a que documenta el avance del alumno en determinado momento y a lo largo del
tiempo.
En cuanto a la rúbrica propiamente dicha del curso, a mí en
particular como alumna me marea un poco, ya que son muchos ítems a evaluar. Me
sirve para ver qué es lo máximo que se espera de mi como alumna y lo mínimo,
con lo cual sirve para los objetivos de evaluación continua para el alumno.
Pero si tuviera que evaluar como docente me costaría más. Por eso en este caso
en particular, creo que la rúbrica es muy buena para quien cumpla con el rol de
alumno, pero no facilita la evaluación del docente.